lunes, 8 de junio de 2009

Mucho más que una canción.

El 27 de Noviembre de 1967 el álbum Magical Mysteri tour salió a la venta. Este álbum de los Beatles, banda ya consagrada para aquella época, se destacó por su creatividad y psicodelia, pero hubo un tema, dentro de las grandes canciones del disco, que provoco una gran incógnita: "I am the warlus" de John Lennon.

Esta obra de arte no solo se destaca por los grandes arreglos orquestales, obra del productor George Martin, ni por la melodía extravagante de la voz de John, sino por su confusa y divagante letra.

Existen varias teorías sobre el significado de las palabras que salen de la garganta del autor, las cuales varían del "estaba demaciado drogado" al "es una pista de la muerte de Paul". Esta es la que yo conozco y creo certera:

John Lennon, meses antes de entrar al estudio de gravación, estaba siendo acosado por entrevistadores debido a la muerte de Brian Espstein, el manager de la banda. En una de estas varias entrevistas, John discutió a muerte la superficialidad en las letras dentro del género del rock, sosteniendo que cualquiera podría inventar una canción cuya letra no tenga sentido alguno pero gracias a una melodía pegadisa sería totalmente vendible y un éxito igual. Obviamente los periodistas no acordaron con él, diciendo que estaba equivocado.

Meses después John Lennon gravó en el estudio, junto con los 3 Beatles restantes, su obra de arte, dedicada a los periodistas, probando que tenía razón. Los detalles o pistas que nos demuestran su intención son principalmente dos. A mitad de algunas de sus estrofas podemos ver la existencia de lo que se puedo llamar un cambio de palabras dentro de las dos estrofas, es decir, una palabra que va en una estrofa cambia por otra de otra estrofa. Otra es una de las estrofas finales en dodne claramente dice: "Expert texpert choking smokers,
Don't you think the joker laughs at you?" lo que se puede considerar un , "expertos fumadores (refiriéndose a los periodistas que se vurlaron de él) quien se ríe ahora, yo tenía razón".

Eh aquí sus palabras:

I am he as you are he as you are me and we are all together.
See how they run like pigs from a gun, see how they fly.
I'm crying.

Sitting on a cornflake, waiting for the van to come.
Corporation t-shirts, stupid bloody Tuesday.
Man, you've been a naughty boy, you let your face grow long.

I am the eggman (woo),
they are the eggmen (woo),
I am the walrus,Goo goo ga joob.

Mister City P'liceman sittingPretty little policemen in a row.
See how they fly like Lucy in the Sky, see how they run.
I'm crying. I'm cry, I'm crying, I'm cry.

Yellow matter custard, dripping from a dead dog's eye.
Crabalocker fishwife, pornographic priestess,
Boy, you been a naughty girl and you let your knickers down.

I am the eggman (woo),
they are the eggmen (woo),
I am the walrus,Goo goo ga joob.

Sitting in an English garden waiting for the sun.
If the sun don't come, you get a tan from
Standing in the English rain.

I am the eggman,
they are the eggmen,
I am the walrus,goo goo gajoob ga goo goo gajoob.

Expert texpert choking smokers,
Don't you think the joker laughs at you? (ho ho ho, he he he, ha ha ha)
See how they smile like pigs in a sty, see how they snide.
I'm crying.

Semolina Pilchard, climbing up the Eiffel Tower.
Elementary penguin singing Hare Krishna.
Man, you should have seen them kicking Edgar Allan Poe.

I am the eggman,
they are the eggmen,
I am the walrus,Goo goo gajoob ga goo goo ga joob

Dave Grohl, un sobreviviente

Nirvana es sinónimo de Kurt Cobain, pero dentro de su formación había un diamante en bruto, oculto, que decidió resurguir luego de la muerte de su amigo. Hoy en día es cantante y guitarrista de una de las bandas d rock más respetadas de la década, y ha demostrado estar a altura de las circunstancias como líder y compositor.

Dave Grohl siempre ha tenido fama de ser “buena gente”. Quizás Courtney Love sea de las pocas personas con las que ha tenido problemas e incluso estos se han solventado (échale un vistazo a nuestra sección de noticias). Por ese motivo, si estás buscando algo de carnaza en esta entrevista, ya puedes pasar página. Dave no sólo responde de forma sincera, entusiasta y educada a nuestras preguntas, sino que además nos muestra un corazón tan grande como su sonrisa. Sólo por ello, y por su militancia en la banda más mítica de los noventa, ya merecía toda nuestra atención. Pero si a esto le añades que acaba de participar en el acontecimiento ROCK (en mayúsculas) que más dará que hablar durante los próximos meses (si todavía no has escuchado el último de Queens Of The Stone Age, no sé a qué demonios estás esperando) y que ha publicado un más que notable cuarto álbum junto a sus Foo Fighters, ya no hay discusión que valga. Dave Grohl es uno de los grandes y está aquí por méritos propios.


“Este disco sorprenderá a la gente porque es más rock y más agresivo”

Pero empecemos por “One By One”, un último disco que recoge las dos caras de este hombre. Por un lado su pasión desmedida por los riffs efectivos y directos, por el volumen, el guitarrazo y los estribillos correosos y, por el otro, su vena más dulce, apocada y romántica, trasmitida a través de medios tiempos llenos de una dulzura que, en ocasiones, puede rayar lo empalagoso. De todo eso hay en “One By One”. Tras un inicio demoledor con “All My Life” (el single), “Low” y “Have It All” que nos recuerda la fiereza de su segundo y más completo trabajo, “Colour And The Shape”, el disco va perdiendo intensidad hasta llegar a uno de los mejores temas que haya compuesto jamás “Lonely As You” para, tras algún tema algo anodino, finalizar con un trallazo hard rock de muchos quilates llamado “Come Back”. Un paseo a través de once canciones que añaden un importante valor cualitativo a su cancionero:


Lo bueno de nuestro grupo es que hacemos un disco cuando sentimos que es necesario. No lo hacemos ni para irnos de gira, ni para ganar más dinero o para salir en MTV. Hacemos discos cuando nos lo dicta nuestro corazón, cuando nos morimos de ganas por hacerlo. Y con este trabajo nos ha sucedido algo curioso porque cuando en octubre del año pasado sentimos la obligación de grabar un nuevo álbum, estuvimos tres o cuatro meses trabajando en ello hasta que nos dimos cuenta de que sonaba totalmente forzado, sin una gota de inspiración. Quedaba claro que lo estábamos haciendo por otros motivos que no eran los que te comentaba antes. No lo sentíamos, así que lo dejamos correr y lo tiramos todo. Tiramos todas las canciones que teníamos, todo el trabajo hecho y es entonces cuando me fui a trabajar con QOTSA. No fue hasta más tarde cuando tuve dos semanas de descanso durante la gira de Queens que noté a faltar a mi grupo, así que les llamé y les propuse ir al estudio a jugar un poco, a tocar, pero nada en serio, de forma tranquila y sin presiones. Fue durante esas dos semanas cuando grabamos el disco entero. Lo hicimos muy rápido, en unos diez días más o menos”.

Dave Grohl es así; mientras otros buscarían la serenidad de una puesta de sol en Malibú para afrontar el desaguisado de unas sesiones que no conducían a nada, él prefiere tomarse unas vacaciones musicales y disfrutar como un loco aporreando parches y timbales con sus camaradas Josh Homme y Nick Oliveri, entrando a formar parte de la comunidad del desierto. Unas compañías que han dejado su huella...

Lo que le gusta a la gente son las cosas que notan que son auténticas, que vienen del corazón”
“Pienso que este disco sorprenderá a la gente porque es más rock y más agresivo que el último disco. Pero, a la vez, cuando escucho canciones como ´Come Back´ o ´All My Life´, me acuerdo del primero disco de FF. Me acuerdo de canciones como ´Winnebago´, que es la cara B de ´This Is A Call´, o de una canción como ´Xstatic´ y, bueno, siempre me ha encantado el hard rock y siempre me ha gustado esa música agresiva. Creo que, en esta ocasión, Queens me inspiraron en mi actitud, tal vez me ayudaron a arriesgarme más, porque es precisamente de eso de lo que se trata con QOTSA, se trata de ir hasta los extremos. Con FF siempre he probado a hacer las cosas de forma más refinada. Me ha interesado más que hacerlo crudo y dejarnos ir del todo hasta el final. Siempre he puesto como una especie de freno y, después de tocar con QOTSA, me di cuenta que lo más excitante en la música es dejarse llevar al máximo, pero sobre todo dejar que las cosas vayan en una dirección natural. Es divertido porque mucha gente compara ´All My Life´ con QOTSA, no lo entiendo porque no suena como ellos, aunque puede que tenga puntos en común en lo que se refiere a la actitud... estaba inspirado para hacer música que fuera loca y más rock, pero en el sonido me resulta difícil encontrar comparación entre ambos grupos”.

Una actitud que surge de la pasión sin freno por la música, la misma que invita a sentarse durante el atardecer del desierto e improvisar a ver si surge ese duende. Un espíritu que desmarca a este disco de su anterior trabajo...
Podría decir que ´There Is Nothing Left To Lose´ era reservado, suave y contenido porque, tras tocar ´Colour And The Shape´ durante los dos años que duró la gira, entramos en el estudio y decidimos que debíamos crecer un poco y no hacer de nuevo lo mismo. Quisimos acercarnos al disco de una manera diferente, así que cogimos una dirección opuesta a lo que habíamos hecho hasta el momento. Nos construimos un estudio y probamos hacer las cosas de forma más cruda, sin apenas producción, y en lugar de escribir canciones rápidas, canciones rock, empezamos a experimentar con la guitarra acústica, buscando a la vez sonar más complejos. Es muy fácil usar el pedal de distorsiones y gritar encima, lo difícil es coger la guitarra acústica, cantar y escribir una canción con una dinámica que no sea tan loca, una dinámica que se mantenga a lo largo de la canción y que te capture sin necesidad de ir enfureciendo el sonido a base de añadir instrumentos o velocidad”.
Si hay algo que me está quedando claro en nuestra charla, es que Grohl ama su trabajo por encima de todas las cosas. Una pasión que le ha mostrado el camino correcto para estar en el lugar adecuado en el momento justo. Como si el destino fuera menos caprichoso de lo que parece y premiara a las personas que realmente se lo creen. Claro que también la suerte juega un papel importante...
No hay ningún secreto más que el de escuchar a tu corazón. Tienes que hacer las cosas que sientes que son correctas y, en ocasiones, debes arriesgarte. No puedes tener miedo por asumir riesgos, tienes que confiar en ti mismo y saber que estás haciendo lo adecuado. Desde luego no ha sido gracias a un plan de marketing o a un conocimiento profundo de cómo funciona el negocio. No es algo que puedes preguntarle a un manager o a un sello discográfico, es algo que sientes en tu corazón. Eso es lo que le gusta a la gente, las cosas que notan que son auténticas, las cosas que vienen del corazón. La gente conecta con eso porque sabe perfectamente cuando un ser humano les está hablando con el corazón. Esa sinceridad es lo principal, la llave de todo. Debes ser tú mismo escuchando lo que te dicta el corazón, sólo así irradiarás un entusiasmo capas de contagiar a quien escuche tus canciones”...
Toma clase magistral de autoayuda. De un plumazo nos acaba de resumir todos los manuales new age, condensándolos en el slogan de una simpática valla publicitaria que adorna nuestras ciudades: “lo auténtico empieza por uno mismo”. Aunque a más de uno le habrá sonado a Cienciología de baratillo, pero así son los yanquis, puro entusiasmo, para lo bueno y para lo malo. Sólo que, con tanto apelar a su corazoncito, supongo que este muchacho tendrá muchas cosas de las que sentirse orgulloso. Para empezar, como músico:
“Como músico estoy orgulloso de haber aprendido a tocar música sin tomar clases de ningún profesor. Aprendí de oído, siguiendo lo que me dicta el corazón. No surge de mi mente, viene de dentro de mí mismo. No soy el mejor guitarrista del mundo y tampoco soy el mejor batería, pero hago mi trabajo y nunca he tenido a nadie que me dijera cómo hacerlo, cómo se escribe una canción, cómo se toca la guitarra o la batería... lo aprendí sólo y estoy muy orgulloso de ello”.

Ya, pero siempre has estado muy bien acompañado...
Aprendí de todos con quienes toqué. Con el guitarrista de mi grupo cuando tenía dieciséis años, con el bajista de Scream cuando tenía dieciocho, con Kurt y su manera tan sencilla de componer, con Josh Homme. Pero es un aprendizaje inconsciente, te influye sin formarte. Porque, cuando tienes un profesor, te marca un límite, mientras que yo he actuado como una esponja que absorbe algo de cada músico que la rodea. Por eso tocar en un grupo como Nirvana fue muy interesante, porque hasta ese momento yo había estado en grupos e hardcore punk, con lo que de Kurt aprendí cómo ir más despacio, a hacerlo simple y a tocar la batería pensando en la canción. Allí es dónde empecé a desarrollar realmente mi sentido de la composición”. Bueno y, como tiene pinta de buen chico, que nos diga también de que se siente más orgulloso como persona. “Uff!, de muchas cosas. Estoy orgulloso de estar cerca de mi familia y de tener buenas relaciones con ellos, también de no tomar drogas. Sí, estoy orgulloso de eso porque para mí es algo muy importante. Dejé de fumar hierba cuando tenía veinte años y nunca he tomado cocaína, heroína o speed, de hecho nunca me han gustado las drogas. Hace trece años que dejé de tomar cualquier tipo de sustancia y eso que me muevo en un ambiente en el que las hay a diario. Cuando estás metido en el mundo del rock, es algo casi inevitable. Los músicos son personas que siempre parecen estar escapando de algo, son soñadores y es fácil que esa misma actitud acabe conduciéndoles a las drogas. Yo, sin embargo, estoy orgulloso de tener limpia la nariz. Me encanta tocar la batería y si toco duro no es por la cocaína, sino porque me encanta hacerlo, porque grito y me vuelvo loco cuando lo hago. Para mí, la energía que me proporciona la música es la mejor de las drogas y fue precisamente esa energía la que me hizo seguir tocando después de Nirvana. Cuando Kurt murió dudé sobre si podría seguir creando música, pero lo que me ayudó fue precisamente tocar. La música tuvo un efecto muy positivo, hizo cicatrizar todo, y ahora me siento muy feliz de estar aquí”.
Vaya, pues va a resultar que todos estamos la mar de contentos: tú por no tomarlas y yo por seguir haciéndolo. Aunque también es cierto que, con la edad, se vuelve uno más responsable hasta el punto de tomar conciencia de que el abuso ha sido más cosa de idiotas, infelices o inconscientes... pero retomemos el hilo de la conversación, porque no deberíamos olvidar que este hombre, que constantemente apela a lo que su corazón le dicta, ha formado parte de Nirvana. Y estamos hablando de una banda que marcó un punto de inflexión, tras el que surgieron centenares de grupos que buscaron el éxito a través de su sonido, hasta el punto de que alguna resultó ser más bien una mala fotocopia...

“Respeto mucho a todos los músicos. Para mí, cualquier persona que escribe un tema y se sube a un escenario a interpretarlo ya merece todo mi respeto. Piensa que cantar algo tuyo, algo íntimo delante de la gente, no es nada fácil. Se necesita valor. El mismo que necesita la gente cuando va a cantar a un karaoke y se tiene que emborrachar para vencer sus miedos. Pues es un poco lo mismo cuando tocas en un grupo. Y de los grupos que citas (Puddle Of Mudd, Silverchair... ndr.), hay algunos que me gustan, pero creo que muy pocos suenan como Nirvana. Es cierto que algunos tienen la misma actitud en lo musical, pero, cuando nosotros estábamos en Nirvana, también teníamos miedo, éramos Pixies, sonábamos demasiado como ellos o como Dinosaur Jr. o Hüsker Dü. Esos grupos eran el precedente de lo que Nirvana iban a ser, así que opino que toda música abre una nueva puerta a otra música y eso ocurre porque necesitas unos referentes con los que sentirte seguro. No es que suenes exactamente igual, pero es un buen camino para sentirte bien y poder avanzar”.
entrevista por: Don Disturbios

Soda Stereo, la banda que volvió.

Si existe una banda argentina que se pueda considerar internacional, o casi internacional al menos, es Soda Stereo. Esta banda de los 80´s 90´s logró expandirse por toda latinoamérica, consagrándose en Chile y México, y por supuesto en su país de origen.

La banda, formada por Gustavo Cerati, Z Bosio y Charly Alberti, hoy en día esta separada, aunque en el 2007 volvieron a tocar juntos después de ese ultimo recital en river en el 94. El regreso fue fenomenal. Las entradas se agotaron en 1 semana, el recital fue impecable, las canciones sonaron como en aquellas épocas y nuevas versiones fueron conocidas.

Gustavo Cerati es sin duda uno de los mejores guitarrista argentinos, no por su habilidad o velocidad, debido a que existen guitarristas mucho más virtuosos en el país, como el Tano Marcielo o Walter Giardinno, sino por su creatividad y estilo propio. Este artista ha desarrollado una capacidad de composición con el correr de su carrera que lo ha llevado al grupo de los mejores músicos argentinos. El hombre que comenzó con temas simples y pegadisos como "un misil en mi placard" (versión original) o "te hacen falta vitaminas" finalizó su carrera en Soda con canciones como "Planta" o "Disco Eterno".

Esta banda hizo renacer el ambiente musical de los Beatles pero en latinoamérica, Cada vez que sus integrantes aparecían en público, los gritos no faltabas, las masas acumuladas y los policías aparecían. Los estadios nunca estuvieron vacíos cuando Soda apareció, llenaron el Gran Rex continuamente, sus seguidores hoy en día abarcan 2 generaciones y van por más.

Hoy en día Cerati es solista y sigue tocando y sacando discos con muy buenas canciones, aunque muchos consideran que no ha alcanzado el nivel de composición que tenía en soda. Z tiene un programa en Much Music que lo mantiene viajando y toca cada tanto como invitado en bandas como Catupetu Machu. Charly Alberti ha formado una banda llamada "Mole", la cual ya a sacado un disco. A pesar de las distancias y la separación, la banda no descarta la posibilidad de volver a juntarse y su relación no es mala.

martes, 2 de junio de 2009

ENTREVISTA CON PEDRO AZNAR



"Hubo un cambio profundo en mi carrera "Sacó un disco doble de música brasileña, está publicando sus poemas, relanzó el CD en que musicalizó a Borges. A los 46 critica duramente a los "dogmáticos" de la música. Y habla de su nuevo rumbo.

Todos los estilos musicales tienen su lista de prejuicios. Hay un manual del folclorista, otro del tanguero, otro de jazzero, otro del rockero. Los cuatro son un plomo. Me cago en ellos sin parar un segundo, desde todos los ángulos posibles. Me cago en los cagones que los siguen. Los músicos que más admiro se han cagado en las fronteras todo el tiempo. Eso es, precisamente, lo que aprendí de ellos. Nadie te va a ametrallar por salirte del artículo48 bis, tarado. ¿Por qué no se puede hacer esto o aquello? Si tenés alguna buena razón, te escucho".

Es verdad aunque usted no lo crea: el atildado Pedro Aznar también puede hablar así. La técnica para comprobarlo es simple: basta con preguntarle, tras una larga charla sin estridencias, qué opina de los prejuicios. Es evidente que lo sublevan. "El manual del rockero dice que el músico que estudia es frío. Inciso que repiten los que tienen miedo de ser los ignorantes de la clase. Tontos: también se puede ser brillante con la intuición. Pero el manual del jazzero dice que el que no estudia es un pelotudo. Otra boludez. No jodamos. Dejemos por una vez de lado las grandes verdades".

Aznar, de 46 años, está sentado en su departamento de Belgrano: un living recargado de objetos pero en perfecto orden. Buenos discos, buenos libros, buenas películas, buenas pinturas; máscaras de Indonesia, jazmines sobre la mesa, premios. Un piano que no pudo tener de chico: "Entonces estudié guitarra; nada mal, el instrumento de Los Beatles". Un contrabajo que, de tanto en tanto, recorre con movimientos exquisitos. Una imagen de Buda."Aunque me provoca pudor decirlo, soy budista. A veces paso meses sin meditar: hacer música es mi forma de conectarme con un estado de consciencia mayor, que trasciende el pequeñito ego personal. Hacer música es otra forma de trance".

Su ropa, como de costumbre, denota mesura: camisa azul, pantalones grises, zapatos de gamuza impecable. Las agujas de un reloj clásico giran en su muñeca. El año se termina, y él está por hacer algo inusual: tomar se vacaciones. "Fue un año intenso. Tocamos mucho: acá y afuera. Aznar canta brasilero por una convocatoria para un concierto temático. Ensayamos 25canciones en poco tiempo; hicimos un disco doble y un DVD. Además se reeditó mi libro de poemas Prueba de fuego, y estoy terminando otro, Dos pasajes ala noche. Y se relanzó Caja de música, el disco en que musicalicé poemas de Borges".

Un ejemplo de que te atraen los desafíos de alto riesgo...

Sí. La perfección de Borges mete miedo. Siempre aclaro, un poco en broma, un poco en serio, que la responsabilidad fue de la Secretaría de Cultura de la Ciudad. Ellos me convocaron para este trabajo. Les dije: ustedes se hacen cargo. Jamás habría encarado algo así solo; no me habría animado. Pensá en quién lo hizo: Astor Piazzolla. Es un terreno para transitar con muchísimo cuidado.

¿Cómo lograste atenuar ese sentido de la responsabilidad?

Traté de no pensar en el tamaño de la figura de Borges: ni en su cultura ni en su erudición asombrosas. Tomé sus obras completas y seleccioné poemas. Los pasé por computadora y trabajé sobre hojitas sueltas, como si hubiera sido el letrista colaborador de un tipo común. Me quité el peso del libro. Las obras completas de Borges en la mano te queman los dedos.

¿Es cierto que María Kodama te habló de un encuentro Borges-Mick Jagger?

Sí. Me contó que un día ella estaba en el hall de un hotel con Borges y se les acercó Jagger a saludarlos: le dijo a Borges que era un admirador suyo. Y Borges le respondió que a él le gustaba lo que hacían los Stones, que los había escuchado. Jagger, que había ido como cholulo, se quedó pasmado.

Volvamos a tus desafíos. Traducir a grandes compositores brasileños,"reambientar" sus letras en Buenos Aires, hacer arreglos sobre sus canciones podría haberte pesado también...

Estoy más acostumbrado a "dialogar" con músicos. Siento que estamos en el mismo barco. Me encanta versionar temas ajenos: lo hago con libertad pero también con respeto; me obliga a usar todo lo aprendido en mi carrera: lo musical, lo poético y lo lingüístico.

Al comienzo de tu carrera subestimabas, de algún modo, las letras...

No sé si las subestimaba; estaban fuera de mi percepción. Me parecía que el lenguaje musical era suficiente, que las palabras le hacían perder algo. En realidad, era yo el que se perdía algo. La canción es un mundo múltiple: involucra lo musical y lo literario.

Tampoco confiabas en tu voz.

Me daba recelo cantar. Cantar es exponerte totalmente; mostrar tu alma. Yo lo hacía, pero no en público. Mi viejo, violinista, me aconsejaba que lo hiciera. También Pat Metheny. "Cantás con belleza. La voz es el más personal de los instrumentos", me dijo. Quedé sorprendido: yo me pensaba como bajista, como compositor, no como cantante.

"Quiero conmover con la música, no hacer experimentos matemáticos", dijiste hace poco. ¿Sentís que te consideraron un músico frío, académico?

Hace muchos años, sí. Prejuicio de los que no entendían mi estética. Llevó un tiempo que pescaran lo que hacía. Además hubo un cambio profundo en mi carrera, sobre todo en los últimos diez años. Me siento muy diferente al que era en los 80: igual, aunque no sea correcto decirlo, hice trabajos adelantados a su tiempo.

En Seru Giran te trataban como a Lionel Messi en Barcelona: con cariño y esperanza. ¿Te pesaba tocar a los 18 años con íconos del rock nacional?

La suerte estuvo de mi lado; fui bendecido muchas veces... En Madre Atómica, Alas, Seru Giran y en Pat Metheny Group me rodearon músicos talentos y generosos. En la primera etapa de Seru Giran, del 78 al 82, no me di cuenta de lo que pasaba. Tal vez a los cuatro nos pasaba lo mismo. Al principio no tuvimos el éxito que esperábamos. En un festival en el Luna nos tiraron pilas; en el primer Obras no nos fue bien. La falta de aceptación nos ayudó: tuvimos que sudar la camiseta. Ese escollo fue bueno en lo personal.

¿Por qué en lo personal?

Porque tenía 18 años, con sus ventajas y desventajas. Era un pendejito arrogante, con una mirada musical estrecha. Pero también era un torbellino: una gran patada en el culo, en el buen sentido, para tipos tan consagrados como Charly García, David Lebón y Oscar Moro. Pensarían: ¿qué le pasa a este pendejo? Yo tenía en promedio diez años menos que ellos y los desafiaba todo el tiempo. Por la música que escuchaba, por lo que estudiaba, por los temas que traía. Ellos eran mis referentes: si les hubiera rezado a sus bronces, no habría logrado nada. Por suerte, nos desafiamos los unos a los otros: logramos grandes cosas. Las fichas nos cayeron después de la separación. Por eso volvimos a reunirnos en el 92.

En ese regreso sacaron un buen disco, pero la imagen que quedó de la presentación en vivo fue más bien amarga...

Coincido: el grupo, por razones que no voy a analizar públicamente, no estuvo a la altura de las circunstancias. Sólo lo estuvo el público. La expectativa era muy grande y nosotros cuatro habíamos crecido como músicos, pero sólo quedó un buen disco, muy honesto; no un disco tributo.

Ya hablamos de los prejuicios. ¿Existe en el rock la idea de que excesos son propicios para el género?

El rock no inventó los excesos: llegó unos cuantos millones de años tarde. Hasta los animales saben qué comer para lograr ciertos estados de consciencia. Suponer que la droga es el único camino de la creatividad figura en el manual del rockero: punto 54, apartado B. Me cago en eso. Yo he ampliado mis estados de consciencia sin ingestas. Y también hice el experimento de probar sustancias para subirme al escenario. Sentía que tocaba maravillosamente; recién después me daba cuenta de que había hecho una porquería.

La droga te provocaba una especie de autoindulgencia musical. Sí, pero pavota. Tocaba una nota y creía que había inventado la pólvora. Igual, aclaro que no estoy en contra de la ampliación de los estados de consciencia, e incluyo los estados místicos. Si algún puritano pone el grito en el cielo, problema de él. Hay una amplia literatura al respecto, los invito a visitarla. Lean a Aldous Huxley y Timothy Leary; después conversamos.

fuente: clarín